Sábado, 18 Mayo 2019 03:56

AGD: “Las condiciones ambientales en Chile favorecen su presentación”

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Chile: Las enfermedades branquiales, en especial la Amebiasis Branquial (AGD), se han incrementado en Chile y el mundo presentando diversos desafíos en su estudio, diagnóstico y tratamiento.

Por Francisco Soto

Ayer, en el Hotel Cumbres de Puerto Varas, ADL Diagnostic realizó la conferencia internacional "Enfermedades branquiales: ¿Es la Amebiasis nuestra mayor amenaza? Impactos, avances y desafíos", oportunidad que contó con expositores nacionales e internacionales y con el auspicio de SalmoClinic, AquaGen, Elanco y Salmofood. 

La conferencia trató distintos aspectos y últimas actualizaciones de las enfermedades branquiales, principalmente de la Enfermedad Amebiana en las Branquias (AGD, por sus siglas en inglés) producida por el parásito Neoparamoeba perurans.

Comenzando por aclarar que el término correcto que engloba a las patologías branquiales, (no sólo las producidas por amebas) es CGD del inglés Complex Gill Disease, Patricio Bustos, gerente general de ADL, presentó una charla enfocada en la relevancia de la AGD en Chile y los desafíos que impone.

Más que SRS

Entre las causas del CGD existen agentes infecciosos y parasitarios y no infecciosos ni parasitarios, los cuales producen diversas alteraciones branquiales. Sin embargo, no sólo basta con definir el agente causal sino también cómo éste interactúa con el medio ambiente y el pez, situación que es compleja.

En mar, CGD es la segunda enfermedad más relevante despues de la caligidosis”.

"Tenemos una laguna de incertidumbre en el medio donde intervienen los factores ambientales que determinarán si la enfermedad se presenta o no y cómo se presenta, y ahí la dinámica se vuelve más compleja. A eso tenemos que agregarle la dinámica biológica de las amebas", planteó el experto para describir la importancia y dificultad del estudio y dinámica de la enfermedad.

Tan importante se ha vuelto este complejo, que a juicio del investigador, “en mar, CGD es la segunda enfermedad más relevante después de la caligidosis”.

"Durante un tiempo, desde el año pasado, se ha hablado más de AGD que de Piscirickettsiosis. Lo anterior, porque hay que considerar que aumentó la frecuencia, distribución y casuística de la enfermedad, lo que trajo consigo un deterioro del rendimiento productivo y bienestar animal, aumentando los costos productivos por diversos factores”, señaló.

También en otras especies

Y esto ha sido un proceso lento que comenzó en el 2007 con la aparición de los primeros casos importantes de CGD, y justo dos meses antes del brote de ISA, año en que coincidió con altas cargas parasitarias de Caligus y con que la pluviometría en Puerto Montt fue la más baja en 15 años, con una alta salinidad.

“Entre el 2015 y 2016 empezó de nuevo a adquirir relevancia la amebiasis, y paulatinamente N. perurans se ha distribuido a distintas especies, áreas geográficas y centros de cultivo, donde las condiciones ambientales en Chile favorecen su presentación”, indicó Bustos.

Hecho que se suma a su detección en especies no salmonídeas como seriola y corvina en el norte del país. “Si hablamos de CGD, podemos decir que está presente desde Iquique hasta Magallanes”, declaró el gerente general de ADL.

Adicionalmente, sabiendo que la presentación de casos es más estacional, fundamentalmente en otoño, el experto cree que esto puede dejar de ser así, algo que ya se ha visto en Noruega.

"Lo interesante es que en el caso de Noruega, hay períodos de descanso por lo general en invierno y ello está directamente relacionado con la temperatura del agua. No obstante, desde el 2016, han evidenciado lo contrario, con algunos casos en invierno, donde el límite de temperatura eran los 5ºC. Con temperaturas mínimas superiores a los 5ºC, se presentó la enfermedad en invierno", puntualizó.

Por último, el ejecutivo hizo incapié en la relevancia del tratamiento asociado a un diagnóstico precoz.

Lo anterior, debido a un pequeño estudio en campo con diagnóstico de la ameba por PCR, en donde se tomaron muestras a peces luego de haber ingresado al mar, los cuales no tenían signología y se estaban alimentando normalmente. A pesar de ello, detectaron amebas en las branquias de los salmones.

“Luego, al mes siguiente, el número de amebas aumentó 100 veces. Por lo que se decidió tratar a los peces con peróxido de hidrógeno. ¿Qué es lo interesante? Que al mes siguiente la carga bajó significativamente con un recuento menor que al principio y sobre todo, que esto no tuvo impacto en el crecimiento, ni en el consumo de alimento, ni tampoco se evidenció mortalidad; no tuvo más costos que realizar el tratamiento y eso se debe a que fue detectado a tiempo”, enfatizó Bustos, concluyendo que “hay que tomar eso como un aprendizaje y mensaje muy importante respecto a CGD”.

Visto 726 veces Modificado por última vez en Martes, 26 Octubre 2021 03:19

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