Septiembre 2023
Enfermedad Bacteriana del Riñón (BKD):
Factores predisponentes
La Renibacteriosis (BKD), causada por Renibacterium salmoninarum (Rs), es una enfermedad infecciosa cosmopolita caracterizada por producir lesiones granulomatosas multifocales en órganos internos, principalmente el riñón, tanto en salmónidos silvestres como de cultivo en todo el mundo. Esta enfermedad es de naturaleza progresiva, afectando las etapas de agua dulce y engorda en mar. La mayor vulnerabilidad en las especies cultivadas en Chile la posee salmón coho (Oncorhynchus kisutch), luego le sigue salmón del Atlántico (Salmo salar) y en mucho menor medida la trucha arcoiris (Oncorhynchus mykiss). La enfermedad presenta un largo período de incubación y clínicamente rara vez se observa en peces menores a 6-12 meses.
De acuerdo con la estadística de SERNAPESCA, expuesta en septiembre del 2022, la mortalidad asociada a BKD en la industria nacional ha presentado un aumento oscilante en las distintas especies durante los últimos años. El incremento se puede apreciar marcadamente en agua de mar, tanto para los salares, como para las truchas, mientras que en salmón coho presenta un leve descenso, ocurriendo una situación inversa en agua dulce para esta última especie (SERNAPESCA, 2022).
Después de hacer una amplia revisión bibliográfica, consideramos que podría ser de mayor interés los factores predisponentes de la enfermedad, de manera que en las siguientes líneas enfatizamos sobre ellos.
FACTORES PREDISPONENTES
DESCANSO SANITARIO:
Es una medida altamente efectiva y primordial para la reducción significativa de BKD, asociada a la desinfección de instalaciones.
El sistema all in/all out ayuda bastante a reducir la carga del agente en el ambiente y posibles brotes futuros.
El agua y sedimento se consideran reservorios poco probables de reinfección, en comparación con la fauna acuática silvestre. También se ha demostrado que las fecas son un vector importante para la enfermedad.
El ingreso de peces infectados, posterior al descanso sanitario, reintroduce R. salmoninarum y genera transmisión horizontal. Es relevante conocer en detalle del origen de los peces y realizar muestreos representativos con técnicas de alta sensibilidad, previo a todo ingreso.
BIOSEGURIDAD:
La restricción en el movimiento de ovas y smolt desde áreas con presencia del agente es una medida básica, la que debe ser considerada siempre frente a un movimiento desde centros emisores a receptores.
La reducción de la prevalencia de BKD en agua dulce presenta beneficios sustanciales para limitar la enfermedad e impacto económico en la fase marina. Por lo tanto, los movimientos de equipos y material contaminados son un potencial riesgo de incorporar o mover al agente. Los camiones de transporte de peces se han identificado como un fuerte factor de riesgo si hay falla en el proceso de desinfección.
REPRODUCTORES Y SCREENING:
La transmisión dual (horizontal y vertical) favorece la persistencia de R. salmoninarum, complejizando las estrategias de control y manejo.
Cuando existe infección intraova, la bacteria no se ve afectada por la desinfección de las ovas, pues el desinfectante no penetra al interior de la ova, solo actúa en la superficie exterior, por lo tanto, este manejo por sí solo no es eficaz en el control de transmisión vertical de la enfermedad. La infección intraova promueve la posterior transmisión horizontal entre la progenie en etapas posteriores, sobretodo si la temperatura favorece el desarrollo de la bacteria.
El screening de reproductores de forma rutinaria se considera como la opción más relevante para controlar la transmisión vertical. Con prácticas de segregación y/o eliminación selectiva de progenie, de reproductores infectados, se ha demostrado reducir la prevalencia y gravedad de BKD en generaciones posteriores. Para este caso, las técnicas moleculares (PCR) son las más apropiadas.
ESTRÉS: TEMPERATURA
Existe una relación directa entre la temperatura del agua y los brotes de la enfermedad, por lo tanto, se debe considerar como un factor de riesgo. Según bibliografía, con altas temperaturas las tasas de mortalidad son más altas y lo signos más leves, mientras que con temperaturas bajas ocurre lo contrario. Entre 15 a 20°C el tiempo medio de muerte de peces es 25 días, mientras que peces cultivados a 4°C tienen un tiempo medio de muerte de 70 días. Cohos infectados artificialmente en agua dulce presentan curvas de mortalidad más altas, en rangos de 6 a 12 °C, mientras que de 12 a 20°C la curva de mortalidad disminuye y también confirma que el tiempo medio de muerte disminuye al aumentar la temperatura.
El estrés (fisiológico o por manejo) puede aumentar la susceptibilidad de los peces a BKD. El mecanismo que explica esto se asocia con el efecto del cortisol y su efecto inmunodepresor.
AFLUENTES
Rs puede sobrevivir 4 días en agua de río, 3 semanas en fecas, 4 a 5 semanas en agua dulce estéril y 2 semanas en agua de mar estéril. Bacterias libres y aquellas contenidas en fecas, provenientes de aguas arriba, son importantes en la transferencia de la enfermedad entre las poblaciones, por lo tanto, el monitoreo de los afuentes con técnicas de alta concentración y amplificadoras, de sensibilidad muy elevada, disponibles en ADL, como ADLMag® o Ultrafiltración Tangencial (UFT)®, son herramientas claves para el monitoreo de Rs.
SELECCIÓN GENÉTICA
Las ganancias genéticas son acumulativas en el trasncurso de las generaciones. La selección de índices genéticos produce mejoras sustanciales en el rendimiento en agua dulce y mar. La aplicación de selección para el desarrollo de poblaciones más resistentes a diferentes patógenos es una potente herramienta para el control de ciertas enfermedades, pues es una solución más permanente en el tiempo para reducir las pérdidas, comparado con vacunas o antibióticos.
ESMOLTIFICACIÓN
Desde hace años es bien sabido que la esmoltificación implica cambios fisiológicos y que, por consecuencia, aumentan el cortisol y afectan las funciones del sistema inmune, lo que podría permitir un aumento en la patogenicidad de Rs. La inmunosupresión puede contribuir a la generación de infecciones secundarias u oportunistas que pudieran ser en algunos casos las causantes finales de la mortalidad.
NUTRICIÓN
Los cambios en las dietas podrían ser un factor que contribuye al incremento de prevalencia de BKD. Estos cambios tienen relación con el aumento en la proporción de proteina vegetal y la sustitución de grasas de origen animal. La calidad y fuente de lípidos puede tener efecto sobre la susceptibilidad a BKD, ya que la dieta puede afectar la función de inmunidad innata y específica, comprometiendo la resistencia a BKD.
Respecto a los minerales, hay investigadores que han demostrado que tienen un efecto frente a infección por BKD, apuntando, principalmente, al rol de fluor y yodo en salares.
Respecto a los suplementos nutricionales, han tenido resultados contradictorios. Actualmente, existen alimentos funcionales que pudieran generar un efecto positivo, pero aún no ha sido lo suficientemente probado para BKD.
DENSIDAD
Está demostrado que elevadas densidades aumentan la prevalencia de la infección por BKD. Una densidad elevada se traduce en tasas más altas de infección, atribuibles como respuesta al estrés fisiológico. Como se vio en los puntos anteriores, el mayor potencial para la transmisión horizontal es por medio de vía fecas-oral.
Considerar todos estos factores predisponentes, sin duda, ayudarán a un mejor manejo y control de BKD. En nuestra próxima nota técnica (Nº 7) abordaremos las tendencias en los últimos años en torno a esta enfermedad, así como su diagnóstico y terapias más frecuentes.
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