ENTREVISTA Aqua a: Laboratorios de diagnóstico para la salmonicultura
Periodista: Ximena García, Revista AQUA
Solicitud Aqua: 5 de enero de 2017
Envío de respuesta de ADL: 15 de enero 2017
Elaboración por ADL: Fernando Bustamante, BQ Gerente Técnico
Patricio Bustos, MV Gerente General
Nota: Favor escribir ADL o ADL Diagnostic Chile. No escribir ADL Diagnostic
Respuesta de: ADL Diagnostic Chile SpA
1) ¿Qué tipo de servicios presta el laboratorio de diagnóstico de ADL Diagnostic Chile para la industria chilena del salmón?
ADL presta una amplia variedad de servicios a la industria, los cuales no solo se focalizan en el diagnóstico de patógenos sino también buscan apoyar la actividad acuícola en forma más integral; no obstante, ha sido nuestro política hacerlo esencialmente desde el ámbito de la salud. En este contexto, si bien la mayor parte de nuestra actividad gira en torno al diagnóstico de enfermedades, ya sea a través de los programas sanitarios específicos de vigilancia y control como el PSEVC-ISA, el PSEVC-Piscirickettsiosis, el PSEVA-EAR (PVA) o el PSGR (Screening), también realizamos diagnósticos, no sólo de rutina sino otros de mayor sofisticación y que abordan problemáticas específicas para cada compañía, las cuales además incluyen asesorías especializadas en materias sanitario-productivas. Es importante señalar que nos hemos especializado por años en resolver problemáticas diagnósticas de alta complejidad a través de tecnologías ómicas (proteómica, transcriptómica, metagenómica, etc.) que nos permitido avanzar de manera efectiva en la obtención de información valiosa para nuestros clientes y en la cual hemos ido adquiriendo experiencia y rapidez, de manera que hoy avanzamos a mucho mayor rapidez y de forma más efectiva. Contamos además con un área de R&D que ha sido gravitante para el desarrollo de ADL, cuyos principales objetivos están focalizados en la generación de conocimiento científico aplicado a la resolución de problemáticas de alto impacto en la industria así como también en la innovación para el desarrollo de nuevas herramientas diagnósticas y de gestión sanitaria. Adicionalmente, ofrecemos servicios de monitoreo medio ambientales tanto en centros de cultivo como en plantas de proceso.
2) ¿Cómo han evolucionado los servicios de diagnóstico que presta ADL en comparación con unos 10 años atrás? ¿Se han incorporado nuevas tecnologías? ¿Cuáles?
Nuestros servicios diagnósticos evolucionan constantemente, y en particular lo han hecho durante la última década. Las necesidades diagnósticas de la industria son cada vez más complejas y exigentes, principalmente en términos de sensibilidad, especificidad, niveles de estandarización, complejidad respecto de etiología, tiempos de respuesta y costos analíticos, entre otros. Por esta razón, la incorporación de nuevas tecnologías resulta ser vital a la hora de resolver estos nuevos desafíos y uno de los ejemplos más significativos en esta materia podría ser la evolución de los sistemas diagnósticos basados en detección de ácidos nucléicos (PCR) los cuales han pasado de metodologías convencionales y resolución tardía hasta los actuales sistemas en tiempo real, lo que ha permitido reducir los tiempos para la obtención de resultados, incrementar la capacidad de procesamiento y al mismo tiempo mejorar significativamente la sensibilidad y especificidad de los diagnósticos. Otro ejemplo importante, es la implementación de las distintas herramientas de secuenciación genética que ADL ha utilizado en los últimos 10 años, las cuales en principio permitían identificar patógenos para los cuales no había PCR específicos y/o caracterizar su variabilidad genética (como el tipo de HPR para el virus ISA, genovariantes de P. salmonis, F. psychrophilum, entre otros). Actualmente, disponemos de secuenciadores de última generación lo que nos ha permitido incrementar nuestras capacidades al punto de resolver genomas bacterianos completos y a través de ello profundizar nuestro conocimiento de los patógenos, pudiendo caracterizar importantes elementos de su fisiología, factores de virulencia y mecanismos de patogenicidad, entre otros. Así hemos logrado descifrar algunos factores claves asociados a la resistencia a antimicrobianos de Piscirickettsia salmonis los cuales utilizamos para diseñar marcadores moleculares que nos permiten predecir, en solo 24 horas, la susceptibilidad a quinolonas, oxitetraciclina y florfenicol de las distintas cepas de esta bacteria, algo que en base a las metodologías convencionales toma 3-4 semanas. En esta misma línea y gracias a la implementación de una muy moderna unidad de Bioinformática y profesionales expertos, hemos logrado consolidar análisis transcriptómicos a través de los cuales podemos conocer la expresión diferencial de genes durante una condición fisiológica definida y por consiguiente, avanzar en la identificación de las potenciales causas de una enfermedad y paralelamente evaluar distintas alternativas para su tratamiento. Otro ejemplo práctico de estas nuevas tecnologías es la utilización de la metagenómica como herramienta para la identificación de especies en muestras complejas y a través de ella hemos podido caracterizar, por ejemplo, floraciones algales nocivas (FAN) no solo en términos de su composición de especies sino que también a nivel de la abundancia relativa de cada una de ellas, además de especies bacterianas que forman parte del microbiotas específicos del pez. Actualmente, seguimos trabajando en mejorar nuestras capacidades de secuenciamiento y análisis bioinformáticos, en este sentido hemos podido desarrollar capacidades para obtener información relevante de la expresión génica del hospedador frente a enfermedades (ontología de genes) y proyectos en curso para anotar el genoma completo de la corvina.
Pero no todo se reduce a la detección de patógenos o enfermedades mediante herramientas moleculares, también hemos enfrentado desafíos en materias del aislamiento de patógenos y en este sentido, el ejemplo más destacado es el trabajo realizado desde hace 10 años para optimizar el cultivo de Piscirickettsia salmonis en medios libres de células, lo que sin duda marcó un punto de inflexión en materia costos (económicos y técnicos) para el aislamiento, facilitando así el desarrollo de diversas lineas de investigación vinculadas a este agente.
Por otra parte, hemos desarrollado una gran variedad de técnicas que integran diferentes aproximaciones metodológicas a través de las cuales hemos incrementado la sensibilidad diagnóstica con especial foco en la evaluación de matrices complejas (agua, superficies, redes, RILes, etc) y la viabilidad de los agentes de manera tal de mejorar nuestros sistemas de control de patógenos y evaluando objetivamente la eficacia de desinfectantes y métodos de desinfección. Herramientas tales como ADLMag® y Ultrafiltración Tangencial (UFT), ambas acopladas a cultivos celulares o bacteriológicos son buenos ejemplos de este último tipo de desarrollos; parte ellas con patente.
En materia de estandarización, la incorporación de sistemas automatizados para homogenización de muestras de tejido y extracción de ácidos nucléicos nos ha permitido incrementar considerablemente la reproducibilidad de resultados dando así mayor robustez a nuestros análisis, lo cual por cierto se complementa con la contínua evaluación de trazabilidad de todos nuestros procesos mediante la implementación de exigentes sistemas de gestión de calidad debidamente acreditados.
3) ¿Se puede decir que hoy hay mayor precisión y rapidez respecto de los servicios prestados por los laboratorios de diagnóstico? Por ejemplo, ¿cuánto se demora, una vez llegada la muestra, tener resultados para confirmar SRS o virus ISA?
Efectivamente, la introducción de nuevas y mejores tecnologías, la incorporación de sistemas automatizados, los avances en estandarización y la implementación de rigurosos sistemas de gestión de calidad, así como la experiencia adquirida de nuestros especialistas sin duda ha permitido incrementar la precisión de los resultados, llevándolos incluso a escalas cuantitativas, lo que se traduce en más y mejor información para la toma de decisiones. Es así como hoy no solo es posible decir qué agente está presente en una muestra sino que también su cantidad y en algunos casos es posible incluso determinar su viabilidad u otras características específicas como su virulencia o su perfil de resistencia, entre otras. En términos de rapidez, dependiendo del tipo de análisis, la mayor parte de los resultados se entregan en 24 horas, no obstante, en situaciones de emergencia estos tiempos en ADL pueden llegar a ser inferiores (6-8 horas en el caso de un PCR, por ejemplo).
4) ¿Qué opina acerca los criterios utilizados por Sernapesca para la autorización de laboratorios de diagnóstico para la acuicultura? ¿Cree que son los apropiados para la realidad actual de la industria?
Consideramos que la experiencia que ha ido adquiriendo Sernapesca en el tiempo así como la interacción que ha establecido con diferentes y reconocidos organismos gubernamentales extranjeros encargados de la salud acuícola, le han ido dando herramientas que han permitido transformarlas en criterios y normas, las cuales consideramos han sido mayormente apropiadas. Por cierto, en cualquier ámbito y en cualquier institución o empresa, todo proceso o producto es perfectible en el tiempo como parte de la mejora contínua, y es lo que nos parece que como evolución ha ido teniendo Sernapesca.
5) Los últimos años, con el avance de la salmonicultura y los mayores resguardos sanitarios, ¿ha aumentado la demanda por los servicios de análisis y diagnóstico de enfermedades acuáticas? ¿Cuánto, si compara con 10 años atrás?
En general, la demanda de servicios se ha mantenido relativamente estable en términos de cantidad, dependiendo principalmente de las biomasas en producción por cada ciclo. Sin embargo, al revisar más detalladamente las características cualitativas de la demanda analítica es muy fácil observar una gran variabilidad en términos del tipo de análisis solicitados, en donde las técnicas basadas en PCR han casi triplicado sus magnitudes iniciales, lo que evidentemente ha reducido la utilización de otras técnicas menos sensibles o específicas, como las microscópicas. Si bien esta tendencia es lógicamente esperable debido a las grandes cualidades diagnósticas de las técnicas moleculares, es ciertamente preocupante que esta misma tendencia de disminución se observe en técnicas dirigidas al aislamiento de patógenos, lo cual podría dificultar nuestras posibilidades de seguir estudiando su evolución y en consecuencia reducir significativamente nuestras alternativas para la búsqueda de tratamientos o metodologías de control. Este fenómeno no sólo ocurre en Chile sino también en otros países productores de relevancia, y si bien esta tendencia global a “biomolecularizar” casi todos los diagnósticos, resulta imperativo mantener vigetes ciertas técnicas clásicas (ej. cultivos, aislamientos), porque han demostrado ser necesarias para el desarrollo integral y mejoramiento del estudio evolutivo de las enfermedades; no obstante, cuesta convencer de ello a las empresas, pero hay que reconocer que los laboratorios no hemos hecho esfuerzos bien dirigidos en esa dirección. Finalmente, es importante considerar que los análisis histopatológicos han ido razonablemente adquiriendo mayor importancia, mientras que la patología clínica propiamente tal ha quedando algo rezagada, lo que también es una debilidad compartida entre las áreas de salud de las empresas y los laboratorios, que debemos de evitar y revertir. Desde nuestra perspectiva, si bien es relevante todo lo que se ha desarrollado, esta misma tendencia mencionada constituye una debilidad en si misma de la cual debemos hacernos cargo. Para entender mejor esto un ejemplo de salud humana quizás pueda ayudarnos, acudimos frecuentemente a diversos especialistas que dan una mirada muy circunscrita de acuerdo a su ámbito de acción, muchas veces careciendo el diagnóstico de una mirada holística porque somos personas y no meramente brazos, piernas, riñón, digestivo, etc. Esa misma mirada holística y necesaria se irá perdiendo en tanto sostengamos el diagnóstico casi exclusivamente basado en un PCR, el cual es muy necesario pero debe entenderse como parte de un todo.
Periodista: Ximena García, revista AQUA
Tema: Control de SRS
Fecha: 4 de octubre de 2017
1) SRS es una de las enfermedades que más preocupa a la industria chilena del salmón. A pesar de los esfuerzos que por años se han hecho para controlarla, los resultados, en general, no han sido buenos. Basta recordar la enorme cantidad de vacunas que se han lanzado al mercado sin mucho éxito. Incluso algunos antibióticos han tenido problemas de resistencia ¿Por qué cree que ha sido tan difícil manejar esta patología? ¿Cuál es su complejidad y las piedras de tope que impiden avanzar?
R.- Hay que tener presente que el SRS es producido por una bacteria intracelular conocida como Piscirickettsia salmonis. Su estilo de vida hace que la bacteria se refugie internamente en donde es difícil el acceso de antibióticos y el reconocimiento por parte del sistema inmune. Estas particularidades están directamente relacionadas con la eficacia de los tratamientos y prevención que hemos venido observando. A esto, se suma el incipiente problema de la resistencia a los antimicrobianos que hemos detectado, lo cual baja la probabilidad de eficacia frenbte a algunas terapias, lo que a su vez ayuda a la diseminación de aislados resistentes. Hay varios ejemplos en salud humana y animal en los cuales ha sido difícil controlar y prácticamente imposible erradicar este tipo de patógenos. No obstante, esto no significa que la batalla se haya perdido. El agente causal parece haber recogido lo mejor de cada bacteria, puesto que posee factores de virulencia bastante sofisticados, además que no se trata de una bacteria cuyas versiones sean homogéneas, más bien tiene variantes genéticas que la hacen más compleja de controlar.
2) En cuanto a las vacunas, hay numerosas en el mercado, sin embargo, los resultados no han sido los esperados (aunque se dice que hay que esperar para efectuar un mejor análisis de la última vacuna viva atenuada). Pero en términos generales, ¿por qué cree que estas no han respondido de la forma que esperan los productores? ¿Sería necesario buscar nuevas vías y formas de fabricar vacunas? ¿Cuáles?
R.- Las vacunas contra el SRS comenzaron por lo que estaba más a mano: producción de antígeno e inactivación (bacterinas). Esta fórmula ha resultado para la gran mayoría de los patógenos bacterianos que debemos enfrentar, en los cuales una buena estimulación de la inmunidad adaptativa (anticuerpos) es suficiente para prevenir brotes, como es el caso de Yersiniosis (Yersinia ruckeri), Furunculosis atípica (Aeromonas salmonicida) y Vibriosis (Vibrio ordalii), prácticamente erradicándolas de nuestros cultivios. Sin embargo, no sólo para el SRS no resultó; hoy tampoco tenemos una vacuna que consensuada efectiva contra el BKD, el cual también es producido por otro patógeno intracelular: Renibacterium salmoninarum. Por cierto, no podemos ser tan taxativos para decir que tales vacunas, contra SRS, fueron un fracaso, más bien su eficacia ha sido parcial o muy parcial, y por lo mismo se ve altamente cuestionada, y con argumentos sólidos, la relación costo-beneficio. El que las bacterinas no hayan obtenido los resultados esperados contra SRS no sorprende, ya que las vacunas efectivas contra patógenos intracelulares han sido históricamente aquellas desarrolladas en base a antígeno vivo atenuado. Esto se debe a la capacidad aumentada de estimulación de la parte celular del sistema inmune, la cual es imprescindible para eliminar este tipo de patógenos. Por lo tanto, el desarrollo de una vacuna viva atenuada era lógicamente el paso a seguir, siendo Pharmaq el primero en desarollarla. Todavía es prematuro evaluar la eficacia en campo que ha tenido la vacuna viva atenuada, al menos a la fecha ha mostrado una mayor eficacia que sus contrapartes. Si este producto no llenó del todo las expectativas de los productores, quiere decir que aún hay posibilidad de mejoras. En ese sentido, nosotros como ADL, venimos desde hace algún tiempo trabajando en vacuna viva atenuada, primero con fondos propios y luego con fondos de CORFO, obteniendo, probando y verificando in vitro e in vivo la calidad de los candidatos atenuados que hemos desarrollado, los cuales a la fecha muestran buenos resultados, esperamos pronto tener novedades.
3) Ahora, más allá del uso de vacunas y fármacos ¿qué tan importante, en el control de SRS, son las prácticas de cultivo? Algunos laboratorios farmacéuticos han opinado que las vacunas pueden ser una parte de la solución, pero que es imprescindible tener buenas prácticas, reduciendo el estrés, los manejos y la densidad en los cultivos. ¿Cuál es su visión? ¿Coincide con ello? ¿Cuál es el camino que deberían seguir los productores?
R.- Por supuesto que son esenciales. No existe acuicultura sustentable si no pone en primera línea las buenas prácticas de cultivo, en cuyo centro radica el bienestar animal. No hay manera de expresar el potencial máximo de una especie cultivada que no sea el mantener, en la medida de lo posible, el equilibrio de la triada ecológica que todos conocemos (hospedador, medio ambiente y agente). Podremos contar con las mejores vacunas, la mejor población genética, los antibiñoticos más efectivos, pero si no existen buenas prácticas de cultivo, todo el resto es estéril. Los productores, y no sólo ellos sino todos los involucrados, han ido adquiriendo mayor conciencia en relación a esta materia. Es cierto, nos cuesta asumir la necesidad de hacer cambios, nos cuesta salir de la inmediatez y pensar en el largo plazo, nos cuesta aprender de las lecciones pasadas, pero es un hecho que los productores hoy tienen mayor preocupación por estas materias y en sus reuniones de trabajo, al menos en la mayoría, estos elementos son discutidos de una manera distinta al pasado, poniéndosele énfasis al bienestar animal. Hay mucho que avanzar aún, y cambios por hacer, pero no me cabe duda que vamos en el camino correcto. Sólo espero que la ambición desmedida no vuelva a aparecer y nos cambie la ruta que tanto a costado tomar.
4) ADL Diagnostic Chile ha estado por años investigando al agente causante del SRS. ¿En qué aspectos se han centrado sus investigaciones los últimos años y cuáles han sido los aportes de esos estudios en el control de la enfermedad?
R.- En efecto, a pesar de ser una entidad privada cuyo foco es la prestación de servicios, ADL ha hecho un esfuerzo notable en investigación sobre varios aspectos de P. salmonis. Un ejemplo de ello es el desarrollo de medios de cultivo propios y mejorados en el tiempo, hace ya más de 10 años atrás, los cuales han permitido establecer la colección más grande de aislados que existen en el país (más de 600 aislados caracterizados, desde 2009 a la fecha). A esto, se suma la investigación sobre la identificación y generación de marcadores moleculares asociado a resistencia bacteriana a antimicrobianos; conocimiento fundamental para la generación de nuestra herramienta diagnóstica ATBPLEX®, la cual ayuda a la correcta elección de las terapias de antibióticos a aplicar en campo contra brotes de SRS. Esto, permitió el establecer los cutt-off epidemiológicos (valores de corte) en estudios con más de 300 cepas de amplia distribución geográfica y especies afectadas, lo que permitió estandarizar aún más nuestra técnica de determinación de Concentración Inhibitoria Mínima (CIM), que habíamos desarrollado y perfeccionado varios años antes. Más recientemente, hemos contribuido a ampliar el conocimiento sobre la epidemiología de la enfermedad, mediante evidencia científica que indica que los brotes de SRS se producen por al menos dos cepas distintas (Genogrupos) y cuya presentación o prevalencia ha ido variando en el tiempo; otros especialistas ahondaron más tarde en estas variantes. Al mismo tiempo, logramos manipular genéticamente la bacteria, lo que nos permitió avanzar en otros estudios, entre ellos la identificación de candidatos atenuados para el desarrollo debvacunas vivas atenuadas, lo que pudimos con éxito probar. Cabe mencionar que muchos de nuestros logros han sido posibles gracias a la confianza que instituciones como CORFO han depositado en nosotros, co-financiando varios de nuestros proyectos, así como la convicción -desde que nacimos como empresa hace 18 años- en el desarrollado in house de investigación e innovación y en la necesidad y beneficio de llevarla a cabo, y por cierto clave las competencias técnicas de nuestro de equipo de profesionales.
5) Recientemente, ADL dio otro paso contribuyendo a establecer la diferencia entre dos cepas de Piscirickettsia salmonis. ¿Qué impacto tendrá este descubrimiento en el manejo de SRS? ¿Podrá llevar a desarrollar fármacos más específicos y con mayor efectividad en el control del patógeno? Si es así, ¿se está transmitiendo la información para que se generen esas nuevas generaciones de fármacos?
R.- Lo medular de este descubrimiento es que estamos cambiando el paradigma del SRS: la enfermedad no es causada por una bacteria específia sino por cepas distintas, que a pesar que producen clínicamente lo mismo, tienen perfiles de susceptibilidad a los antibióticos, virulencia y condiciones ambientales de desarrollo diferentes. Esto nos hizo pensar que podemos estar frente a dos subespecies de Piscirickettsia. Lo anterior tiene varias implicancias: i) Estrategia de manejo de brotes. En cuanto a que una de las cepas (tipo EM-90) actualmente es la más prevalente y es susceptible a los antibióticos de uso corriente. Por lo tanto, podemos decir que los casos de SRS producidos por cepas tipo EM-90 tendrán un mejor pronóstico pues hay mejores opciones de eficacia terapéutica, ii) Epidemiología. Creemos que si las condiciones ambientales favorecen el desarrollo de una de las cepas por sobre la otra, entonces es posible prepararse para una temporada con mejor o peor pronóstico de eficacia de tratamientos. iii) Prevención. El desarrollo de vacunas deberá considerar el aspecto epidemiológico anterior, es decir, los distintos tipos de cepas. iv) Nuevos fármacos. En el contexto de resistencia a antimicrobianos, las drogas a desarrollar tendrán que ser capaces de combatir este aspecto.
La transmisión de conocimiento/información se está haciendo por los canales regulares, aunque notamos cada vez más frecuente a las publicaciones en revistas de corriente principal como instrumento de validación de este conocimiento. Sin ir más lejos, si comparamos el número de papers sobre SRS desde 1999-2000 a la fecha, en los últimos seis años se han publicado cerca de la mitad de los artículos sobre esta materia. Esto también tiene que ver con los recursos en investigación que se han estado invirtiendo en el último tiempo.
6) ¿Cómo aprecia el futuro en cuanto al control de SRS en la salmonicultura nacional? ¿Cree que con los nuevos conocimientos que se están generando se podrá avanzar? ¿Qué responsabilidades les cabe aquí al mundo científico, institucional (estatal) y privado?
R.- En ADL somos optimistas y vemos el control del SRS como algo cercano, al menos por estas 5 razones, entre otras: i) estamos obligados a reducir de manera importante el uso de antibióticos; esa necesidad conlleva una exigencia como país y un elevado compromiso de todos con el bienestar animal y la inversión en I+D; ii) si bien nos cuesta aprender lecciones, todos los actores están más alineados en los objetivos y existe mayor conciencia, iii) políticas públicas más eficientes, iv) desarrollo de nuevas vacunas (viva atenuada) que muestran mejor eficacia, y v) desarrollo de poblaciones genéticamente resistentes a SRS.
El conocimiento y la interacción como mecanismos de fortalecimiento y validacion del mismo son fundamentales para el avance en todo orden de cosas. El mundo científico es el responsable directo de generar ese conocimiento, mientras que el gobierno a través de sus instituciones de apoyo, provee recursos y prioriza las áreas en donde se canalizan esos recursos. Los privados recibimos esos conocimientos mediante la transferencia tecnológica y los transformamos en materia prima para generar valor. A veces, también el mundo privado ejerce un rol científico, aportando conocimiento más aplicado que el que genera la academia. Una buena articulación de los esfuerzos de los distintos actores que concurren en esta industria es esencial para lograr el control de esta enfermedad. Sin embargo, para que este ciclo virtuoso se exprese en plenitud, el estado debe seguir crecientemente invirtiendo en R&D, los investigadores necesariamente deben relacionarse más con el mundo privado, y viceversa, y el mundo privado converger más hacia un estado de mayor compromiso pecuniario con la investigación; eso traerá consigo un nuevo modelo de desarrollo, más acorde con la estrategia adoptada por países desarrollados y con los crecientes desafíos en estos nuevos tiempos.
En un reciente artículo publicado en el Journal of Fish Diseases, ADL Diagnostic Chile contribuyó a establecer la diferencia entre dos cepas de Piscirickettsia salmonis, bacteria que produce la Piscirickettsiosis (SRS). De acuerdo a los resultados, estas cepas corresponderían a subespecies distintas.
El estudio recopila datos de 507 aislados de P. salmonis, recolectados entre 2010-2015, siendo el más extenso en su tipo. A diferencia del estudio publicado anteriormente por la misma compañía (ADL), y que dio a conocer los valores de corte (cut-off) epidemiológicos para distintas drogas (Henríquez et al., 2016), en esta investigación se aplicó complementariamente una estrategia de genotipificación dirigida a clasificar los aislados. Lo anterior dio como resultado que tanto los aislados tipo LF-89 (GenB) como los de tipo EM-90 (GenA) se presentaron en una proporción similar en la colección estudiada. Esto cambia el paradigma actual que se basa en el supuesto de que los casos de SRS se producen por un solo tipo de cepa o bien que la cepa LF-89 es lejos la predominante.
Previamente, otros estudios habían dado cuenta de la presencia de genogrupos diferentes. Sin embargo, la preferencia de hospedero (salmón del Atlántico), junto al perfil de susceptibilidad a los antibióticos y suero de peces, temperatura y velocidad de crecimiento, asi como las menores exigencias nutricionales, hacen de los aislados tipo EM-90 una subespecie claramente distinguible. En efecto, si bien los aislados tipo EM-90 son altamente susceptibles a los antibióticos, también pueden crecer a temperaturas más altas e incluso en menor tiempo. Una consecuencia de ello es que la incidencia de casos producidos por estos aislados aumentó drásticamente durante 2015 (y 2016), lo que coincidió con un aumento global en la temperatura de los océanos. De mantenerse esta tendencia, se sospecha que durante el 2017 los casos de SRS producidos por aislados tipo EM-90 se mantengan con alta prevalencia, como el 2016, o eventualmente tengan algún aumento. Es posible que estas tendencia, al menos en parte, se relacionen con la temperatura del mar.
Otro dato interesante descrito en la publicación fue el aumento en la incidencia de casos de SRS producidos por aislados resistentes a florfenicol (resistencia parcial) y oxitetraciclina (resistencia total), lo que constituye un llamado de alerta al racional uso de los antibióticos en la industria, aprovechando el uso de todas las harramioentas de análisis para una mejor gestión sanitaria en esta materia. “En este sentido, nosotros hemos estudiado desde hace varios años, desarrollado y luego lanzado al mercado un sofisticado diagnóstico de PCR basado en marcadores moleculares específicos, cuyo resultado se obtiene en 24 horas; esta especie de antibiograma molecular ha permitido a varias empresas predecir el perfil de susceptibilidad a los antibióticos de P. salmonis directamente en tejido, sin necesidad de aislamiento, y que han estado usando como herramienta de gestión sanitaria. Consideramos que con esta técnica contribuimos a una mejor decisión estratégica en materia de elección de tratamientos antibióticos efectivos para combatir los brotes de SRS, entendiendo que existen otras herramientas también, las cuales en conjunto permiten dar una mejor batalla a esta enfermedad y de paso reducir el uso de antibioticos”, comentó Patricio Bustos, gerente general de ADL.
La investigación se llevó a cabo con aportes del proyecto CORFO 14IDL2-30005, participando profesionales de ADL de las regiones de Los Lagos y Aysén.
Para más detalles, recomendamos leer el artículo completo en el enlace http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/jfd.12581/full. Revise también contenido multimedia en https://www.youtube.com/watch?v=1yjNjPvSWzg.
En un reciente artículo publicado en el Journal of Fish Diseases, ADL Diagnostic Chile contribuyó a establecer la diferencia entre dos cepas de Piscirickettsia salmonis, bacteria que produce la septicemia rickettsial del salmón o SRS. De acuerdo a los resultados, estas cepas corresponderían a subespecies distintas.
El estudio recopila datos de 507 aislados de P. salmonis, recolectados entre 2010-2015, siendo el más extenso de su tipo. A diferencia del estudio publicado anteriormente por la misma compañía, y que dio a conocer los valores de corte (cut-off) epidemiológicos para distintas drogas (Henríquez et al., 2016), en esta investigación se aplicó complementariamente una estrategia de genotipificación dirigida a clasificar los aislados. Lo anterior dio como resultado que tanto los aislados tipo LF-89 como los de tipo EM-90 se presentaron en una proporción similar en la colección estudiada. Esto cambia el paradigma actual que se basa en el supuesto de que los casos de SRS se producen por un solo tipo de cepa o bien que la cepa LF-89 es lejos la predominante.
Previamente, otros estudios habían dado cuenta de la presencia de genogrupos diferentes. Sin embargo, la preferencia de hospedero (salmón del Atlántico), junto al perfil de susceptibilidad a los antibióticos y suero de peces, temperatura de crecimiento y menores exigencias nutricionales, hacen de los aislados tipo EM-90 una subespecie claramente distinguible. En efecto, si bien los aislados tipo EM-90 son altamente susceptibles a los antibióticos, también pueden crecer a temperaturas más altas e incluso en menor tiempo. Una consecuencia de ello es que la incidencia de casos producidos por estos aislados aumentó drásticamente durante 2015 (y 2016), lo que coincidió con un aumento global en la temperatura de los océanos. De mantenerse esta tendencia, se espera que durante el 2017 los casos de SRS producidos por aislados tipo EM-90 se mantengan con alta prevalencia, como el 2016, o eventualmente vayan en aumento. Es posible que estas tendencia, al menos en parte, se relacionen con la temperatura del mar.
Otro dato interesante descrito en la publicación fue el aumento en la incidencia de casos de SRS producidos por aislados resistentes a florfenicol y oxitetraciclina, lo que constituye un llamado a la racionalización del uso de los antibióticos en la industria. “En este sentido, nosotros hemos estudiado por años, desarrollo y lanzado al mercado el diagnóstico molecular de resistencia bacteriana, una especie de antibiograma molecular, pero obtenido en 24 horas, una herramienta que ha permitido a varias empresas predecir el perfil de susceptibilidad a los antibióticos de P. salmonis directamente en tejido, sin necesidad de aislamiento, y que han estado usando como herramienta de gestión sanitaria, entre otras. Esperamos con esta técnica contribuir a una mejor decisión estratégica, contribuyendo en la elección de tratamientos antibióticos efectivos para combatir los brotes de SRS”, comentó Patricio Bustos, gerente general de ADL.
La investigación se llevó a cabo con aportes del proyecto CORFO 14IDL2-30005, participando profesionales de ADL de las regiones de Los Lagos y Aysén.
Para más detalles, recomendamos leer el artículo completo en el enlace http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/jfd.12581/full
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El estudio recopila datos de 507 aislados de P. salmonis, recolectados entre 2010-2015, siendo el más extenso en su tipo.
En un reciente artículo publicado en el Journal of Fish Diseases, ADL Diagnostic Chile contribuyó a establecer la diferencia entre dos cepas de Piscirickettsia salmonis, bacteria que produce la Piscirickettsiosis (SRS). De acuerdo con los resultados, estas cepas corresponderían a subespecies distintas.
El estudio recopila datos de 507 aislados de P. salmonis, recolectados entre 2010-2015, siendo el más extenso en su tipo. A diferencia del estudio publicado anteriormente por la misma compañía (ADL), y que dio a conocer los valores de corte (cut-off) epidemiológicos para distintas drogas (Henríquez et al., 2016), en esta investigación se aplicó complementariamente una estrategia de genotipificación dirigida a clasificar los aislados. Lo anterior dio como resultado que tanto los aislados tipo LF-89 (GenB) como los de tipo EM-90 (GenA) se presentaron en una proporción similar en la colección estudiada. Esto cambia el paradigma actual que se basa en el supuesto de que los casos de SRS se producen por un solo tipo de cepa o bien que la cepa LF-89 es lejos la predominante.
Previamente, otros estudios habían dado cuenta de la presencia de genogrupos diferentes. Sin embargo, la preferencia de hospedero (salmón Atlántico), junto al perfil de susceptibilidad a los antibióticos y suero de peces, temperatura y velocidad de crecimiento, así como las menores exigencias nutricionales, hacen de los aislados tipo EM-90 una subespecie claramente distinguible. En efecto, si bien los aislados tipo EM-90 son altamente susceptibles a los antibióticos, también pueden crecer a temperaturas más altas e incluso en menor tiempo. Una consecuencia de ello es que la incidencia de casos producidos por estos aislados aumentó drásticamente durante 2015 (y 2016), lo que coincidió con un aumento global en la temperatura de los océanos. De mantenerse esta tendencia, se sospecha que durante el 2017 los casos de SRS producidos por aislados tipo EM-90 se mantengan con alta prevalencia, como el 2016, o eventualmente tengan algún aumento. Es posible que estas tendencia, al menos en parte, se relacionen con la temperatura del mar.
Otro dato interesante descrito en la publicación fue el aumento en la incidencia de casos de SRS producidos por aislados resistentes a florfenicol (resistencia parcial) y oxitetraciclina (resistencia total), lo que constituye un llamado de alerta al racional uso de los antibióticos en la industria, aprovechando el uso de todas las herramientas de análisis para una mejor gestión sanitaria en esta materia. “En este sentido, nosotros hemos estudiado desde hace varios años, desarrollado y luego lanzado al mercado un sofisticado diagnóstico de PCR basado en marcadores moleculares específicos, cuyo resultado se obtiene en 24 horas; esta especie de antibiograma molecular ha permitido a varias empresas predecir el perfil de susceptibilidad a los antibióticos de P. salmonis directamente en tejido, sin necesidad de aislamiento, y que han estado usando como herramienta de gestión sanitaria. Consideramos que con esta técnica contribuimos a una mejor decisión estratégica en materia de elección de tratamientos antibióticos efectivos para combatir los brotes de SRS, entendiendo que existen otras herramientas también, las cuales en conjunto permiten dar una mejor batalla a esta enfermedad y de paso reducir el uso de antibioticos”, comentó el gerente general de ADL, Patricio Bustos.
La investigación se llevó a cabo con aportes del proyecto CORFO 14IDL2-30005, participando profesionales de ADL de las regiones de Los Lagos y Aysén.
Para más detalles, recomendamos leer el artículo completo en el enlace http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/jfd.12581/full. Revise también contenido multimedia en https://www.youtube.com/watch?v=1yjNjPvSWzg.
ADL Diagnostic Chile participa activamente como coejecutor del Programa de Diversificación de la Acuicultura Chilena (PDACH), liderado por Fundación Chile y cofinanciado por CORFO, orientado al desarrollo de la tecnología del cultivo intensivo de la corvina chilena (Cilus gilberti). Concientes de la importancia del tema ambiental para avanzar hacia una acuicultura sostenible, en el marco del Programa Tecnológico Complementario (PTEC) se ha ejecutado durante 2016 el Proyecto "Gestión ambiental en el cultivo de corvina (Cilus gilberti) para contribuir a la sustentabilidad de la industria acuícola".
La esencia del proyecto es potenciar la producción de la corvina desde la fase experimental actual, considerando en cada etapa del cultivo las mejores alternativas para proteger el medio en el que se emplaza la actividad. El proyecto ambiental se lleva a cabo por el equipo técnico dirigido por Náyade Silva, Bióloga y Magíster en Medio Ambiente, quien afirma que es importante iniciar el cultivo de esta especie emergente con una visión integradora entre el crecimiento económico y el cuidado ambiental.
El Programa de Gestión Ambiental es de suma importancia para identificar los riesgos ambientales y sanitarios que se pudieran generar durante el ciclo productivo de la corvina. Consecuentemente, se trabaja en la aplicación de diversas estrategias basadas en principios de sustentabilidad, dirigidas a minimizar el riesgo e incrementar la productividad con el debido cuidado del entorno. Su duración es de cuatro años y considera la implementación de diversos planes en las unidades experimentales de cultivo que actualmente mantienen peces, entre ellos la calidad de agua, manejo de salud de peces, tratamientos terapéuticos, bioseguridad y manejo de residuos no biológicos.
En primera instancia se ha logrado establecer la línea de base, previo al inicio del proyecto, para conocer "cómo y bajo qué condiciones" se cultiva actualmente la corvina en los tres centros experimentales del país. Durante el año pasado se realizó el diagnóstico y la gestión ambiental aplicada al Centro de desarrollo y transferencia tecnológica de Fundación Chile en Tongoy, al Centro experimental de cultivo de corvina en estanques con flujo abierto de la Universidad Arturo Prat (UNAP) y al Centro experimental para el cultivo de corvina en jaula en mar de la Corporación de Desarrollo de la misma Universidad (CORDUNAP); estos dos últimos ubicados en Iquique.
En los años 2017 y 2018, se trabajará en muestreos periódicos de variables y en la implementación de los planes de gestión ambiental en los centros de las tres instituciones. Durante el 2019, se realizará el seguimiento y se verificará el éxito del programa con sus respectivas propuestas de mejoramiento y optimización, pensando ya en un futuro escalamiento productivo.
La iniciativa está dirigida por Náyade Silva, bióloga y magíster en medio ambiente, quien enfatiza que es importante iniciar el cultivo de esta especie emergente con una visión integradora entre el crecimiento económico y el cuidado ambiental.
ADL Diagnostic Chile participa activamente como coejecutor del Programa de Diversificación de la Acuicultura Chilena (PDACh), liderado por Fundación Chile y cofinanciado por la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), orientado al desarrollo de la tecnología del cultivo intensivo de la corvina chilena (Cilus gilberti). Es así como concientes de la importancia del cuidado ambiental para avanzar hacia una acuicultura sustentable, en el marco del Programa Tecnológico Complementario (PTEC), se ejecutó durante el año 2016 el proyecto titulado “Gestión ambiental en el cultivo de corvina (Cilus gilberti) para contribuir a la sustentabilidad de la industria acuícola”.
La esencia del proyecto es potenciar la producción de la corvina desde la fase experimental actual, considerando en cada etapa del cultivo las mejores alternativas para proteger el medio en el que se emplaza la actividad. La iniciativa está dirigida por Náyade Silva, bióloga y magíster en medio ambiente, quien subraya que es importante iniciar el cultivo de esta especie emergente con una visión integradora entre el crecimiento económico y el cuidado ambiental.
“El Programa de Gestión Ambiental es de suma importancia para identificar los riesgos ambientales y sanitarios que se pudieran generar durante el ciclo productivo de la corvina. Consecuentemente, se trabaja en la aplicación de diversas estrategias basadas en principios de sustentabilidad, dirigidas a minimizar el riesgo e incrementar la productividad con el debido cuidado del entorno”, enfatizó Náyade Silva, precisando que su duración es de cuatro años y considera la implementación de diversos planes en las unidades experimentales de cultivo que actualmente mantienen peces, entre estos la calidad de agua, manejo sanitario y nutricional, tratamientos terapéuticos, bioseguridad y manejo de residuos no biológicos.
En primera instancia, ahondó la experta, se ha logrado establecer la línea de base, previo al inicio del proyecto, para conocer “cómo y bajo qué condiciones” se cultiva actualmente la corvina en los tres centros experimentales del país. “Durante el año pasado se realizó el diagnóstico y la gestión ambiental aplicada al centro de desarrollo y transferencia tecnológica de Fundación Chile en Tongoy, al centro experimental de cultivo de corvina en estanques con flujo abierto de la Universidad Arturo Prat (UNAP) y al centro experimental para el cultivo de corvina en jaula en mar de la Corporación de Desarrollo de la misma casa de estudios (CordUnap); estos dos últimos ubicados en Iquique, región de Tarapacá.
En los años 2017 y 2018, en tanto, se trabajará en muestreos periódicos de variables y en la implementación de los planes de gestión ambiental en los centros de las tres instituciones. Mientras que durante el 2019, se realizará el seguimiento y se verificará el éxito del programa con sus respectivas propuestas de mejoramiento y optimización, pensando ya en un futuro escalamiento productivo.
Este hito permitirá acelerar el desarrollo tecnológico para el cultivo de la especie.
Dada la importancia de la diversificación de la producción acuícola, desde hace cuatro años ADL Diagnostic Chile participa como coejecutor en el Programa de Diversificación de la Acuicultura Chilena (PDACh) y su Programa Tecnológico Complementario (PTEC), liderados por Fundación Chile y cofinanciados por la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), orientados al desarrollo de la tecnología del cultivo intensivo de la corvina chilena (Cilus gilberti).
Es así que, a través de un proyecto de genómica ejecutado durante el año 2016, ADL ha conseguido por primera vez secuenciar el genoma de la especie, lo que incrementará la rapidez en la obtención de resultados de los diversos subproyectos (nutrición, salud, genética, entre otros) que constituyen el programa.
El proyecto genómico y transcriptómico desarrollado por el equipo técnico de ADL liderado por Harry Bohle, quien es jefe de laboratorio, investigador y Master en Bioinformática, concluyó la etapa de anotación funcional de los genes, es decir, la constitución del primer borrador que da cuenta de la identificación de los genes responsables de la fisiología de la corvina.
De acuerdo con lo detallado por ADL, con ese borrador se podrá empezar a trabajar en el análisis de la expresión de los genes mediante técnicas transcriptómicas, de modo de abordar y resolver, de una forma mejor y más eficiente, diversas brechas de índole productiva y sanitaria.
Adicionalmente, se ha estado trabajando en la generación de microsatélites candidatos para análisis de consanguinidad y parentesco, y en la conformación de una base de datos de variantes nucleotídicas simples, variantes nucleotídicas múltiples, inserciones, deleciones y variantes estructurales, para contribuir en el programa genético desarrollado por el equipo de genética liderado por el Dr. Federico Winkler de la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad Católica del Norte (UCN), orientado a mantener la diversidad genética y desarrollar individuos altamente adaptados al cultivo intensivo, tal como ocurre con otras especies productivas.
“De esta manera, se espera que durante 2017 finalicen las etapas de transcriptómica y la base de datos de variantes, a fin de empezar el trabajo en diseños experimentales que permitan resolver las brechas productivas identificadas hasta el momento, acelerando el avance en el desarrollo tecnológico del cultivo de la especie”, subrayaron desde el laboratorio especializado en acuicultura.
La OIE tiene a un total de diez enfermedades calificadas como de alto riesgo y que afectan a los peces. En tanto, en el país solo tenemos una. El virus ISA. ¿Cómo nos estamos protegiendo de la llegada de nuevos virus o bacterias?
En charlas, seminarios u otros, la mayoría de los integrantes del sector salmonicultor se han enfrentado al gráfico que relaciona la evolución productiva de peces de Chile con la sucesiva aparición de patógenos. En 1986, y a medida que aumentaban las cosechas, la primera en ser detectada fue la Enfermedad Bacteria del Riñon (BKD). Diez años más tarde sucedía lo propio con el IPN, mientras que en 2003 se confirmaba la presencia de Vibriosis. Claro, las enfermedades antes mencionadas, junto con otras que fueron apareciendo, pertenecen a las Listas 2 y 3 que elabora la Organización Internacional de Salud Animal (OIE) y su incidencia productiva no es de consideración. Pero todo cambió en 2007 con el violento brote de una enfermedad posicionada en la Lista 1: el virus ISA. Las consecuencias sociales y económicas son ampliamente conocidas.
Al respecto, y aún cuando tanto científicos como expertos no lograban comprobar en sus investigaciones si el virus tenía capacidad de transmitirse verticalmente, salvo un excepcional estudio que generó discrepancia internacional, existe una tendencia a considerar que pensar de científicos y expertos determinaron que –dado que se puede transmitir verticalmente– el virus ISA llegó a Chile a través de ovas importadas desde países que ya tenían el patógeno. Entonces, las primeras medidas que adoptaron las autoridades nacionales para el control del ISA se relacionaron con la exigencia de screenning o análisis al material biológico que llegaba al país. A mediados de 2011, en tanto, una nueva resolución estipuló restricciones adicionales a las ya existentes previamente para la importación de material biológico con el objetivo “de proteger el patrimonio sanitario del país”. Allí se estipula que los países o empresas que deseen traer ovas al país, debían ser sometidos a una exhaustiva evaluación sanitaria de riesgos. En pocas palabras, si los interesados tenían hallazgos o antecedentes de los patógenos en las listas 1 o 2, el acceso de su material genético se vería altamente restringido. Al final, solos dos países del grupo que estaba autorizado hasta esa fecha terminaron cumpliendo con todos los requisitos: Islandia, con ovas de salmón Atlántico; y Dinamarca, con truchas arcoíris (ver Gráfico 1). Por razones productivas, sanitarias y comerciales, la importación de ovas ha venido bajando sostenidamente.
Diseñar en tiempos de paz
En general, se reconoce la efectividad que han tenido a la fecha los sistemas de vigilancia implementados por el país, sin embargo, entre los actores del sector salmonicultor persiste la pregunta respecto de si aún tenemos espacios de mejora para evitar que en el futuro lleguen a nuestras aguas temidas enfermedades como la Infección por alfa virus de los salmónidos (PD), la Septicemia hemorrágica viral (VHS) o la Necrosis hematopoyética infecciosa (IHN), que en naciones como Noruega o Canadá causan desde pérdida de competitividad a eliminaciones de todos los planteles de peces. “Tenemos que seguir avanzando. Debemos enfocar de mejor forma la prevención del riesgo ya que, actualmente, encontrar una nueva enfermedad es muy difícil”, dice el gerente general del Intesal, Alfredo Tello, quien asevera que en 2013 encargaron un estudio sobre el tema a la Universidad de California, Davis (Estados Unidos), trabajo que fue liderado por el epidemiólogo Andrés Pérez y actual académico de la Universidad de Minnesota (Estados Unidos). Al respecto, este último asevera que “muchos países carecen de programas que sean basados en riesgo, por lo que la sensibilidad de detección temprana de emergencias es cuestionable”. El científico agrega que “la fiscalización del cumplimiento efectivo de las normas es, sin duda, un gran desafío para todos los países”.
De todas formas, Pérez llama a diseñar proactivamente los planes de análisis de riesgo “en tiempos de paz, para poder implementarlos activamente ante la emergencia. No es buena idea trabajarlos en tiempos de guerra. A menudo, los programas de vigilancia declaman esos objetivos pero, en la práctica, se limitan a implementar mecanismos de detección (cultivos o PCR) de patógenos conocidos”.
Tomando como base algunas de las observaciones entregadas por el epidemiólogo, en enero del presente año, el Sernapesca publicó una nueva versión de la norma técnica donde se detallan los nuevos requisitos para la importación de especies vivas, se solicitan nuevos certificados y se detallan de mejor forma los procedimientos durante la cuarentena. “Para evitar el ingreso de patógenos no presentes en Chile, la importación de ovas es lo más importante y hoy estamos muy fortalecidos”, asevera la subdirectora de Acuicultura de la entidad, Alicia Gallardo, quien agrega que hoy se están controlando los riesgos a través de la “vigilancia clínica, molecular y de veterinarios”.
Se puede destacar que Sernapesca no solo se ha quedado en las inspecciones a las ovas. También está vigilando otras áreas. Una de ellas son los wellboat que vienen desde otros países a trabajar en las aguas australes “ya que podrían tener residuos o biofilms que pudiesen ser portadores. El año pasado llegó una nave nueva y le hicimos todas las pruebas”, recalca Gallardo. A su vez, la autoridad señala que redoblarán sus esfuerzos de comunicación y fiscalización al momento de realizarse congresos internacionales, dado que algún científico “podría ingresar un patógeno al país por curiosidad. Para estudiarlo”.
De igual forma, resalta la actitud proactiva que ha adoptado Sernapesca en diferentes situaciones. Por ejemplo, cuando se realizó un hallazgo de VHS en un centro de reproductores silvestre de la especie Cyclopterus lumpus, conocidos comúnmente como “lumpo” o “pez limpiador”, que se mantenían en la Piscicultura Hafro Grindavík, de propiedad del Gobierno de Islandia y ubicada en la costa sur oeste de dicho país, rápidamente se cerraron las puertas para las ovas de salmónidos que procedían del mencionado país escandinavo. Solo se volvieron a abrir varios meses más tarde y luego de una rigurosa inspección in situ de las autoridades chilenas.
¿Qué vigilamos?
En Chile se reconoce la experiencia y conocimiento alcanzado por las autoridades y personal del Área de Salud de las salmonicultoras para detectar oportunamente ISA, pero “si no conoces las nuevas enfermedades o no estás bien capacitado, es difícil poder diagnosticarlas en el momento preciso”, dice el gerente Técnico de FishVet Group, Cristhian Ortiz.
El gerente general de ADL Diagnostic Chile, Patricio Bustos, está de acuerdo con la afirmación anterior, argumentando que “siempre estará vigente un riesgo sanitario inherente a la transmisión de patógenos vía ovas pues no podemos generar controles ni exámenes sobre patógenos que desconocemos (aquí y en los países importadores), ya que podrían estar presentes en esos otros ambientes y potencialmente expresarse en nuestro medio. Las políticas nacionales restringen de manera efectiva los patógenos conocidos, las restricciones de importación en Chile están basadas en análisis de riesgos y objetivos precisos, pero es necesario consignar que hoy no se contempla como objetivo el “riesgo 0” pues para eso la frontera debería estar totalmente cerrada para las ovas, en este caso se concilia la protección nacional con los acuerdos y tratados comerciales. No obtante, es importante considerar que la entrada de patógenos no es exclusivamente a través de la importación de ovas, aunque es la principal”.
Por lo anterior, se resalta la necesidad de que el país pueda contar con monitoreos oficiales estrictos y las mejores y más modernas metodologías analíticas, de manera de confirmar científicamente la presencia o ausencia de patógenos de alto riesgo y que, al mismo tiempo, se mantenga una activa capacitación de los responsables de la vigilancia sanitaria, a todo nivel, de manera que nos permitan identificar de forma oportuna patógenos cuya expresión pueda ser conocida (pues está publicada), así como aquellas condiciones nuevas o mutadas cuya información es mínima o nula, y que igualmente representan un riesgo para nuestra industria. Esto debe estar en equilibrio con las medidas implementadas, sin que exista una sobrereacción normativa en donde el costo sea mayor al beneficio. La sustentabilidad de la industria tiene que ver con el estar bien fortalecidos e informados en esta materia, pero también con el tener medidas costo-efectivas”, agrega Bustos.
Enfermedades emergentes
Las enfermedades infecciosas emergentes corresponden a infecciones de aparición reciente en una población o aquellas cuya incidencia o rango geográfico se incrementa rápidamente. Por otro lado, las enfermedades infecciosas reemergentes corresponden a infecciones que han reaparecido, después de una significativa disminución de su incidencia. Corresponden a enfermedades registradas previamente, las cuales incrementan en incidencia, distribución geográfica o huésped.
¿Son para preocuparse? “Si. Por ejemplo están las endémicas, como el BKD, que ha aumentado su incidencia en la Región de Magallanes. De hecho, estamos haciendo un programa para proteger esta área, estudiando su epidemiología para poder tomar medidas”, comenta Alicia Gallardo. Sobre este tema, se asevera que al no utilizar antibióticos, se expresan otros patógenos que en regiones como la de Los Lagos o Aysén no se expresan con tanta fuerza. Además del BKD, también puede aflorar Vibrio ordalli o Aeromonas y Tenacibaculum maritimum.
El director del Laboratorio de Patología de Organismos Acuáticos y Biotecnología en Acuicultura de la Universidad Andrés Bello (UNAB), Dr. Rubén Avendaño Herrera, también muestra su preocupación por el tema y lo ejemplifica con que, recientemente, “publicamos un estudio donde damos cuenta de un serotipo O2b de Yersinia ruckeri, que afecta a salmón coho. Esto nos permite concluir que no estamos preparados del todo ya que la vacuna existente no cuenta con este serotipo y menos que fue desarrollada para este salmónido”.
La Inflamación del Músculo Esquelético y Cardiaco (HSMI) es otra de las enfermedades emergentes y que en otros países se presenta con mortalidades asociadas. “¿Qué puede hacer un laboratorio que no conoce la signología clínica? Ahí es donde se requiere de la asesoría de especialistas internacionales ya que es muy común en industrias de otros puntos geográficos”, dice el gerente general de FishVet Group, Javier Moya. Este especialista puntualiza que, dado los efectos que posee el patógeno en el mar, “se hace necesario tener un plan de vigilancia desde la fase de agua dulce”.
Medidas adicionales
Las autoridades chilenas han sido claras. Según los acuerdos internacionales de comercio suscritos por nuestro país, no se puede cerrar la frontera a ovas que cumplen con los requisitos dispuestos en la normativa. Teniendo ese “flanco” abierto, son pocas las alternativas para controlar el ingreso y diseminación de nuevas patologías. Pero las hay.
Una de las primeras medidas en las que se llama la atención es “restringir el movimiento de los peces durante la fase de agua dulce”, dice el Dr. Avendaño. El especialista expone que estos múltiples traslados hacen “que las bacterias se vayan mezclando y que incluso se puedan generar superbacterias”.
Andrés Pérez va un poco más allá. Para este epidemiólogo se deberían crear unidades productivas para cada región, donde cada una se autoabastezca. “De esta manera, el impacto de eventuales emergencias queda confinado a ciertas áreas”, puntualiza.
Por cierto, también se encuentra la posibilidad de seguir mejorando el modelo productivo. “Islas Faroe es el país más rentable en la producción de salmónidos. A ellos también les afectan patógenos pero tienen su producción mejor distribuida en el tiempo y el espacio. De esta forma, los patógenos no llegan a tener un impacto. No se expresan. Es una cosa de mantener los equilibrios”, comenta Patricio Bustos. Se estima que durante los primeros días de marzo la autoridad publicará una nueva normativa que permitirá disminuir la presión productiva sobre el ambiente. Por mientras se recomienda estar siempre alertas.
GRÁFICO 1
Evolución de la importación de ovas de salmón Atlántico y trucha, 2011-2016, en millones.
Fuente: Sernapesca.
CUADRO 1
Enfermedades de temer
Las siguientes enfermedades se encuentran en la Lista 1 de Enfermedades de Alto Riesgo (EAR), según Resolución 1741/13 de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura y, por lo tanto, se encuentran sujetas a medidas de vigilancia oficial.
Infección por alfavirus de los salmónidos
La infección es producida por cualquier subtipo del género Alphavirus (SAV1–SAV6), perteneciente a la familia Togaviridae, que se puede manifestar como enfermedad pancreática (PD) en salares o enfermedad del sueño (SD) en truchas.
Se transmite de forma horizontal y los principales reservorios son peces infectados clínicamente enfermos o que se han recuperado de la enfermedad. No se ha comprobado la transmisión vertical.
Síndrome cardiomiopático (CMS)
Síndrome cardiomiopático (CMS), es una enfermedad viral causada por el Piscine Myocarditis Virus (PMCV), perteneciente al Género Totivirus de la Familia Totiviridae.
Presenta transmisión horizontal en salmón Atlántico. PMCV es capaz de transmitirse a través del agua e infectar a peces que cohabitan un espacio, posiblemente a través de superficies mucosas.
Necrosis hematopoyética epizoótica (EHN)
La necrosis hematopoyética epizoótica es la infección sistémica clínica o subclínica de peces causada por el virus de la necrosis hematopoyética epizoótica (EHNV), del género Ranavirus perteneciente a la familia Iridoviridae.
El EHNv se ha transmitido en forma horizontal entre centros de cultivo de trucha arcoíris a través de alevines infectados y probablemente mediante el agua de transporte.
No se dispone de información sobre la posible transmisión vertical del virus, en la superficie o el interior del huevo.
El virus puede diseminarse por el movimiento de peces vivos infectados o su mortalidad, equipamiento contaminado o agua contaminada.
Necrosis hematopoyética infecciosa (IHN)
Afecta a la mayoría de las especies salmónidas tanto en agua dulce como marina y está causada por el rabdovirus denominado virus de la necrosis hematopoyética infecciosa (IHNV). Las principales consecuencias clínicas y económicas tienen lugar en centros de cultivo de trucha arcoiris, donde los brotes pueden dar lugar a mortalidades muy altas.
La transmisión es horizontal desde peces clínicamente enfermos y portadores asintomáticos. El virus se excreta en heces, orina, mucus y fluidos sexuales. Se han registrado casos de transmisión vertical aunque se discute la presencia viral en el interior del huevo o en la superficie de éste.
Septicemia hemorrágica viral (VHS)
Es causada por el Virus de la Septicemia Hemorrágica Viral (VHSV), sinónimo: virus Egtved, perteneciente al Género Novirhabdovirus de la Familia Rhabdoviridae.
Principalmente de forma horizontal por el contacto con peces infectados y agua contaminada. El virus se excreta por la orina y también a través de líquidos reproductivos. No existe evidencia de transmisión vertical verdadera.
Fuente: Sernapesca.
CUADRO 2
Las cinco de la OIE
La Organización Mundial de Salud Animal (OIE) aboga por un mundo que goce de seguridad y protección frente a la liberación accidental o deliberada de agentes patógenos de los animales, incluidas las zoonosis.
Según la entidad, una estrategia apropiada para la reducción de las amenazas biológicas abarca cinco áreas clave. Estas son:
-Liderazgo en los conocimientos y en la elaboración de normas y directrices.
-Buena gobernanza, refuerzo de competencias e implementación del concepto “Una sola salud”.
-Información zoosanitaria y actualizaciones de los métodos más recientes de prevención y control de enfermedades.
-Cooperación internacional y solidaridad entre países.
-Apoyo y comunicación
CUADRO 3
Una sola salud
Cuando hay un comercio internacional intenso, y se hace más difícil poner una barrera que impida el ingreso de patógenos, es mejor pensar el vivir con ellos. Bajo esta premisa nació el concepto “Una sola salud”, el que fue introducido a comienzos de la década de 2000, resumiendo en pocas palabras una noción conocida desde hace más de un siglo, a saber que la salud humana y la sanidad animal son interdependientes y están vinculadas a los ecosistemas en los cuales coexisten.
Uno de los que más conoce este concepto es el epidemiólogo Andrés Perez, quien trabajó con el autor ideológico de “Una sola salud”, y reconoce que “puede ser muy poderoso, pero también puede ser una cascara vacía de contenido y convertirse simplemente en un slogan con impacto en marketing, pero sin aplicación práctica”. Para que no suceda lo anterior, “es necesario el desarrollo de equipos multidisciplinarios que entiendan la aplicación y las implicancias prácticas, al mismo tiempo que manejan una sólida base científica”. Este científico apunta que “el tema del uso de antibióticos es un ejemplo interesante. Su uso afecta, potencialmente, a la salud de los salmones, del medio ambiente y del público. La regulación y restricción de su uso tiene que estar acompañado de medidas que ayuden a los salmonicultores a mantener niveles de producción y ganancia similares a los actuales. Solo en ese punto todos los actores estarán de acuerdo en su control y reducción”.
Finalmente, Pérez resume que este concepto, “en definitiva, nos ayuda a ser mejores, construir una industria más fuerte y sustentable, al mismo tiempo que cuidamos nuestro ambiente y la salud de los consumidores”.
En una reciente publicación de Genome Announcements, ADL Diagnostic Chile SpA, laboratorio de diagnóstico y biotecnología que ha estado investigando este agente y su enfermedad por más de once años, reportó la primera secuencia completa del genoma de un aislado de Piscirickettsia salmonis resistente a oxitetraciclina. El estudio fue realizado en la Unidad de Bioinformática de la empresa, utilizando datos generados con dos tipos de químicas de secuenciación. La metodología se aplicó a una muestra de ADN proveniente del aislado AY3800B, el cual se recuperó desde salmón del Atlántico durante un brote de Piscirickettsiosis ocurrido en la Región de Aysén en el año 2013.
Similar a la secuencia de la cepa LF-89, el aislado AY3800B presenta un cromosoma y cuatro plásmidos. Sin embargo, el análisis genómico indicó que uno de sus plásmidos, denominado p3PS10, es diferente a los encontrados en la cepa LF-89. El plásmido contiene una serie de genes, entre los cuales destacan los que codifican para proteínas relacionadas a resistencia a los antimicrobianos de las clases tetraciclina, cloranfenicol y estreptomicina. Desde ADL comentaron que, según análisis adicionales, “el plásmido parece haberse originado de un elemento similar encontrado en Edwardsiella tarda, otro patógeno de peces. No obstante, la resistencia a las tetraciclinas pudiera quizás derivar de la interacción con Aeromonas salmonicida. De confirmarse la hipótesis, este sería el primer reporte de transferencia horizontal de genes por parte de P. salmonis”.
El aislado AY3800B, es representativo de un grupo de P. salmonis con valores de concentración inhibitoria mínima (CIM) a oxitetraciclina (OTC) de 256 µg/ml. El valor CIM descrito está muy por sobre el valor plasmático de concentración del antibiótico que se alcanza en el pez, por lo que brotes de piscirickettsiosis producidos por este tipo aislados son totalmente refractarios a las terapias de oxitetraciclina, de acuerdo a la información obtenida de campo en distintos casos. Por lo tanto, “se hace perentorio detectar precozmente estos aislados en el campo a fin de elegir la terapia adecuada a aplicar, las cuales en dichos casos se reducen en la actualidad a los principios activos florfenicol y quinolonas, éste último como sabemos con restricciones de mercado, por lo que posee limitaciones bien conocidas, aunque sorprendentemente los aislados resistentes a OTC poseen la particularidad de ser altamente sensibles a quinolonas, quizás probablemente a razones de orden filogenético, como nuestros estudios preliminarmente indica”, detallaron desde la compañía.
La investigación se enmarcó en el proyecto CORFO 14IDL2-30005, en el cual se desarrolló el antibiograma molecular ATBPLEX®, el cual estará comercialmente disponible en su versión 2.0 desde el 01 marzo de este año. En la actualidad, esta innovación está en proceso de patentamento. Esta herramienta permite predecir con elevada eficiencia y sensibilidad, y en tan solo 24 horas el perfil de susceptibilidad a diversos antibióticos de P. salmonis, sin tener que aislar la bacteria, simplemente desde tejido en forma directa. Lo anterior ahorra tiempo y permite guiar la aplicación de los antibióticos para el manejo de brotes de SRS. El gerente general de la compañía, Patricio Bustos, confirmó que “ATBPLEX® incorpora la detección de los aislados resistentes a oxitetraciclina, junto con aquellos resistentes a quinolonas y parcialmente resistentes a florfenicol. Esta innovación ha resultado ser relevante en la detección precoz de casos resistentes, de manera de evitar la aplicación de antibiótico inadecuados o inficaces, ya sea por vía oral o inyectable, y de este modo reducir las pérdidas por concepto de mortalidad, optimizando y racionalizando al mismo tiempo el uso de antibióticos”.
Lea la publicación http://genomea.asm.org/content/5/5/e01571-16.full
Vea el video de ATBPLEX® en el siguiente enlace https://www.youtube.com/watch?v=1yjNjPvSWzg.
Como todos sabemos, el año 2015 dejó su impronta en material de floraciones algales nocivas en la XI y XII regiones, notablemente más crítico se presentó el 2016, y este año ya nos estamos enfrentando nuevamente a problemáticas y desafíos ambientales importantes. No cabe duda que esto no será distinto para los próximos años, las elevadas pérdidas económicas que conlleva los FAN para la industria salmonicultora están convirtiéndose en fenómenos más frecuentes y constantes.
El florecimiento de algas nocivas (FAN) que afectó a principios de 2016 causó, en solo tres semanas, la mortalidad de 39 mil toneladas de biomasa, distribuídas en 45 centros de cultivo y generando pérdidas cercanas a los US$ 800 millones (Eckford-Soper y Daugbjerg, 2016), lo que lamentablemente se tradujo en la pérdida de 4 mil puestos de trabajo permanente directamente vinculados a este sector productivo (13% de la fuerza laboral directa de la industria). Los eventos en estos meses iniciales del 2017 necesitan aún evaluarse más objetivamente.
En la última década, se ha avanzado de manera importante no sólo en la identificación microscópica de microalgas tóxicas sino también en la disponibilidad de laboratorios y especialistas. Sin embargo, estos eventos han desnudado algunas falencias técnicas no menores en nuestros sistemas de identificación taxonómica, las cuales quedaron manifiestas cuando en el 2015 tomó meses clasificar Thalassiosira pseudonana, luego el 2016 se apuntó a Chattonella spp. como la especie de microalga responsable de la mortalidad de los peces, situación que solo semanas después logró corregirse, confirmando la presencia de Pseudochattonella verruculosa.
Por otro lado, con el correr de los meses, Intesal observó la necesidad de convocar un taller de expertos para discutir en torno a los desafíos asociados al monitoreo, pronóstico y mitigación de las FAN. Las conclusiones generales de esta iniciativa establecieron una alta probabilidad de que las FAN aumenten a nivel global (cambio climático) y sentenciaron además que queda mucho por hacer en términos de integración y análisis de la información de monitoreo, para que ésta contribuya, de manera oportuna, en la toma de decisiones, para lo cual, por cierto, se debe generar conocimiento y aprender de cada FAN, desarrollando modelos y trabajos científicos para dar sentido a la información que se genera.
En este contexto, el equipo de ADL Diagnostic Chile, aprovechando las capacidades científicas y tecnológicas adquiridas durante sus 17 años de experiencia, se planteó el desafío de desarrollar nuevas alternativas técnicas para colaborar en la resolución, rápida y efectiva, de algunas de las problemáticas asociadas a este tipo de situaciones, principalmente en lo concerniente a la caracterización de las floraciones algales nocivas, no sólo en términos de su composición cualitativa, sino también en la identificación y cuantificación de las distintas especies que las componen.
Utilizando muestras de eventos de FAN registrados durante 2016 en 3 centros de la Región de Los Lagos, el equipo técnico de ADL, liderado por su jefe de Laboratorio, Sr. Harry Bohle, desarrolló una serie de estudios focalizados en la adaptación de diversas metodologías de manipulación y concentración de muestras de agua, con el propósito de enriquecer la fracción de microalgas contenidas en ellas y, en segunda instancia, abordó la optimización de distintos protocolos de análisis metagenómicos, a través de los cuales se logró finalmente caracterizar cualitativa y cuantivamente las distintas especies que componían estas floraciones específicas.
Como resultado de estos análisis, no solo se pudo generar importante información asociada a la composición de estas FAN, sino que además, se consiguió determinar la abundancia relativa de al menos 27 de sus componentes. Se confirmó así, inequívocamente, la presencia de Pseudochattonella verruculosa, pero al mismo tiempo y de manera similar a lo descrito por Eckford-Soper y Daugbjerg en el 2016, fue posible identificar la presencia en una elevada cantidad de Pseudochattonella farcimen, otra especie perteneciente al mismo género, la cual ha sido reportada como causante de elevadas mortalidades en FANs en el Mar del Norte, Skagerrak (2001) y Kattegat (2006) (Edvardsen y otros, 2007, Riisberg y Edvardsen, 2008). En consecuencia, reportamos aquí el primer hallazgo confirmatorio de Pseudochattonella farcimen, una microalga tan presente y relevante como Pseudochattonella verruculosa en los lamentables eventos ambientales de FAN del 2016. A la fecha, en los múltiples documentos publicados sólo se había indicado a esta última como causante de los FAN, de manera que esta información complementa lo que a la fecha ha sido publicado.
Pseudochattonella farcimen difiere tanto morfológica como físicamente de Pseudochattonella verruculosa. Sin embargo, es casi imposible diferenciarlas, ya que parecen muy similares bajo el microscopio óptico, sobretodo si están fijadas en Lugol, lo que es altamente problemático ya que éste es el fijador más comúnmente utilizado en los programas de monitoreo de FAN (Eckford-Soper y Daugbjerg, 2015).
Las floraciones de Pseudochattonella spp. registradas en el hemisferio norte en 1998, 2000, 2002 y 2004 se desarrollaron en abril y mayo, cuando la temperatura del agua alcanzó un máximo de 18 °C (Riisberg y Edvardsen, 2008). Sin embargo, las floraciones registradas en 2001, 2006, 2007 y 2011 se desarrollaron de enero a marzo y a menudo se solaparon con la floración de las diatomeas de primavera, cuando las temperaturas del agua eran mucho más bajas, entre 2°C y 5°C (Edvardsen et al., 2007, Riisberg y Edvardsen, 2008). Si bien la especie causante de cada floración no se determinó en ese momento, se sospechó que debido a las distintas preferencias de temperatura determinadas para P. verruculosa y P. farcimen por Yamaguchi et al. (1997) y Jakobsen et al. (2012), respectivamente, las floraciones que se desarrollaron antes en la temporada fueron formadas por P. farcimen y las floraciones posteriores más exclusivamente P. verruculosa. En nuestro medio, ciertamente sería beneficioso establecer este tipo de variaciones ya que dados los impactos económicos y sociales que conllevan es evidente que mientras más y mejor información tengamos una mejor interpretración de los eventos prodemos hacer, y en consecuencia, en un futuro cercano, pronosticar e incluso hasta “predecir” ciertas tendencias que nos permitan definir mejores estrategias de mitigicación.
Si bien las herramientas metagenómicas pueden superar los problemas asociados con la identificación de estas especies morfológicamente similares y de otras especies de difícil clasificación, se entiende que debido a su elevado costo de desarrollo e implementación no pueden ser consideradas como una alternativa efectivamente aplicable al monitoreo rutinario. En nuestra caso, en ADL, la última etapa de este desafío innovativo se focalizó en el diseño e implementación de un método de detección molecular (PCR) que permitiera aplicarse a sistemas de alto rendimiento y, por consiguente, se convirtiera en una herramienta costo-efectiva realmente aplicable, de rápida respuesta, como apoyo a los actuales sistemas de monitoreo. En efecto, los resultados obtenidos hasta ahora han permitido seleccionar sistemas altamente sensibles y específicos para la detección y diferenciación de ambas especies de Pseudochattonella (P. verruculosa y P. farcimen), lo cual permite confirmar el alto potencial de aplicación de las herramientas moleculares anteriormente descritas, las cuales por cierto están actualmente disponibles en nuestro laboratorio de ADL en Puerto Montt para su utilización por parte de la industria. A esto, hemos incorporado además lo que obtuvimos de nuestros estudios metagenómicos y que presentamos a la industria en el Seminario de enero del 2015 en relación a la identificación y presentación de Thalassiosira pseudonana.
Finalmente, a objeto de ofrecer a la industria servicios rápidos y precisos de apoyo, contamos con las técnicas de qPCR, en química Taqman, para identificar en 24 horas la presencia de P. verruculosa, P. farcimen y T. pseudonana. Al mismo tiempo, estamos incorporando el análisis para detección de Karenia mikimotoi; dinoflagelado aparentemente responsable de las mortalidades de peces en el Golfo de Penas en los recientes episolos durante el presente año. Todos estos análisis podemos llevarlos a cabo tanto en agua como en branquias.
Para mayor información contactar a:
Patricio Bustos S., Gerente General, e-mail Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Andrés Río Frío M., Jefe Técnico-Comercial, e-mail Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.